Mecanizado de piezas cilíndricas.

Amplia gama de materiales.

Alta precisión y excelentes acabados superficiales.

Maquinaria de alta calidad, precisión y tecnología.

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Descripción

El torneado es un proceso de mecanizado convencional en el que una herramienta con una sola punta, elimina el exceso de material de la superficie de una pieza giratoria. La herramienta se mueve linealmente en una dirección paralela al eje de rotación para generar una superficie cilíndrica.

Además del torneado cilíndrico, se pueden realizar otras operaciones de mecanizado como refrentado, torneado cónico, torneado de contorno, achaflanado, tronzado, roscado, mandrinado, perforado y moleteado. El refrentado consiste en introducir la herramienta radialmente en el extremo expuesto de la pieza de trabajo para crear una superficie plana. Para el torneado cónico, en lugar de mover la herramienta paralelamente al eje de rotación de la pieza, la herramienta se mueve en ángulo respecto al eje de rotación de la pieza, creando así un cilindro cónico o una forma cónica. Al igual que en el torneado cónico, en el torneado de contorno tampoco se mueve la herramienta paralelamente al eje de rotación de la pieza. En lugar, la herramienta se mueve siguiendo un contorno que no es recto, creando una forma contorneada en la pieza giratoria. El achaflanado consiste en utilizar el filo de la herramienta de corte para eliminar material en el borde del extremo del cilindro, formando lo que se le conoce como chaflan. En el ranurado, la herramienta se introduce radialmente en la pieza giratoria en algún lugar de su longitud para cortar y separar en dos la pieza de trabajo. El roscado consiste en utilizar una herramienta puntiaguda y moverla linealmente a través de la superficie exterior de la pieza giratoria en una dirección paralela a su eje de rotación. La gran velocidad de avance con lo que se introduce la herramienta puntiaguda permite crear la rosca en el cilindro. El mandrinado consiste en mover la herramienta de forma lineal, paralela al eje de rotación, en el diámetro interior de un agujero existente en la pieza. Generalmente, el perforado se realiza con un proceso de taladrado, pero también se puede realizar con un proceso de torneado. En este caso, se utiliza una broca y se introduce en la pieza a lo largo de su eje de rotación. Por último, el moleteado, que no es un proceso de mecanizado porque no implica en realidad el corte de material, se utiliza para producir un patrón de rayas cruzadas regulares en la superficie de la pieza.

La mayoría de las operaciones de torneado previamente descritas, utilizan herramientas con una sola punta. Las operaciones como el torneado cilíndrico, refrentado, torneado cónico, torneado de contorno y el achaflanado se realizan con herramientas de una sola punta. La operación de roscado utiliza una herramienta de una sola punta, pero diseñada con una geometría que da la forma a la rosca. Ciertas operaciones requieren de herramientas con más de una punta. Por ejemplo, el taladrado se realiza con una herramienta que tiene múltiples bordes de corte. El moleteado se realiza con una herramienta de moleteado, que consiste en dos rodillos de formación endurecidos, cada uno montado entre centros. Los rodillos formadores tienen el patrón de moleteado deseado en sus superficies. Para realizar el moleteado se presionan los rodillos contra la pieza giratoria con la suficiente fuerza para “imprimir” el patrón en la superficie de la pieza.

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